jvnavarro

LA MUERTE HASTA LAS MOSCAS ESPANTA

 A la muerte ni mencionarla,
ni pasearla 
ni hacerle poemas 
que no sean para detestarla,
que la muerte no es buena,
que la muerte no es nada,
que la muerte es la hiel
y cáscara amarga 
de esas cosas raras 
que por la cabeza 
de vez en cuando nos pasan.
 
Con la muerte no se juega
ni en balde
 ni por nada
 hay que hacer uso de su palabra,
solo su nombre utilizado
sin hacer falta 
es suficiente para que se alcen en armas
las viejas vanguardias literarias, 
que veían en ella a una guadaña 
empuñada con esas ansias 
de llevarse por delante 
a todo lo que significaba 
un cierre al aperturismo 
que las letras reclamaban.
 
La muerte es bastarda,
le huele el aliento,
tiene caspa,
gruñe y se arrastra,
es lesiva y maltrata,
si te toca 
te mata 
y si te detecta te convierte 
en estatua de sal 
con cara muy alargada.