Jorge L Amarillo

LA CALMA ( soneto )

Lentamente, me he ido de pronto convirtiendo
en lo visible de mi oculta soledad,
siguiendo las huellas perdidas de un recuerdo
de ese pasado que asola a mi humanidad.
 
La tristeza me fue vorazmente invadiendo
como a una sombra dormida en la oscuridad,
y aquello amado que se fue veloz perdiendo
como la lluvia en medio de la tempestad.
 
Y así con mis palabras rotas en silencio
me doy a esta pena donde yo me sentencio
alojando a mi vida en su triste simiente.
 
Pero nada llegó sin entregar el alma
todo llegó quizás con demasiada calma
con la misma calma que nos llega la muerte.