Francisco Javier G. Aguado 😉

¿Resucitan los muertos?

¿Resucitan los muertos? Alegoría a un estado confuso.

Girones de viento
peinando el cabello.
¿Quizás será miedo
que invade mi mente
sin desearlo,
sin pretenderlo?

Campanas locas
sin orden ni acierto,
tañen las horas,
repican a muerto.
Martillean mi alma
cual mortal instrumento.

El campo agostado
arruinado y yermo,
y el barbecho arrasado,
inmerso en un sueño.

Paseo…
matando mi tiempo,
sin rumbo,
malgastando mis besos
en princesas de barro,
en espectros de hielo.

Aislado, sutilmente solo,
pienso…
Y no encuentro luz
en el cielo de enero.
Por no encontrar,
ya no encuentro
mis manos, mis pies…
ni mi cuerpo entero.
Desdibujado espectro
de aquel que volaba
tan alto en el cielo.

Se quemaron mis alas
en un proyecto sesgado
en promesas vacías
en un camino truncado.

Y en el rincón de los sueños,
donde se pudren los huesos,
van surgiendo brotes verdes,
haciéndose un hueco,
entre cal viva y espectros.
¿La vida resurge…?
¿Resucitan los muertos…?