Donaguil

Si soy…

Si soy la piedra

que te desvía de tu sino

y perturba tu quietud;

dejaré de pensarte

y decir tu nombre

que hace eco en mi ser.

 

Si soy la espina

que llevas clavada

en el pecho

y distrae tu atención

en cosas vanas;

dejaré prisioneros

los versos que brotan

como odas del corazón.

 

Ya no seré más

la obstinada gema

que codicia tu alma;

y no porque haya dejado

de amarte, sino para dejar

que se encause tu espíritu

y puedas encumbrarte alto.