Porque fue su sangre derramada
sin temor se entregó en la cruz
y su carne ante Dios, resucitada
para hoy ser del mundo santa luz.
Nunca se rindió al ser torturado
por nosotros tanto dolor soportó
cómo no ser por siempre amado
con su venida nuestra Fe despertó.
Lágrimas sus heridas nos causaron
siendo pecadores Jesús, se sacrificó
son sus llagas que nos enseñaron
aquel inmenso amor que predicó.
Pero aún seguimos descarriados
sin entender lo real de su pasión
su perdón nos tiene arrodillados
guardando la esperanza e ilusión…
De vernos algún día frente a Él,
gozar de su bondad y bendición
conocer su reino y ese abrazo fiel
que significaría noble redención.
***Omaris Redman***
Marzo 28, 2024