OscarCampos

Huellas en el puente

 

 

(Poema II)

Habitación,
detrás de la ventana,
suspiros juegan entre las cortinas,
húmedas y perfumadas,
ausencia de estrellas, días de invierno,
la piel hundida, pasión, agua
como torbellino de un rio.

Palabras danzan como fruta dulce,
vuelo de sensaciones.
Los muslos se enredan,
pechos en fuga.
Los brazos se entrelazan,
las manos se esconden,
la boca, un aroma de piel,
un carnaval de tentación,
sin palabras,
un silencio, susurro de pasión.

Pasión hecha cuerpo,
vuelo de un halcón,
en busca de su presa,
es alma y entrega.
Mirada azul
Alma azul,
caminar lento y doloroso,
las huellas se diluyen en la piel,
enlazada a un recuerdo
de su amada.

La muerte, polen en tempestad,
oración de la vida.
Un último suspiro,
escapó de sus dedos.
¿Cómo detener la muerte?
(Sus interrogantes, sus tatuajes).
La vida apenas gira
con los sueños,
un túnel finito.
A veces,
el amor más hondo,
te encierra en la sensación
dulce como la miel,
cada amanecer una lluvia
de luz y espíritu abierto,
el cuerpo se esfuma.

Regreso a los besos,
como olas,
golpeando las rocas,
las gaviotas se sumergen,
para emerger,
en cualquier marejada
de un pequeño océano.

Pisadas en la arena,
el viento sur y la marejada,
más fugaz que las nubes,
más huellas en el alma,
que huellas en la tierra.

Despedida,
dolor y memoria,
¿Cómo alejarse de un cáncer?
Camina por las calles vacías,
abandona sus raíces,
vive en cualquier lugar,
deja un dolor,
locura
despierta el amor,
locura que se despedaza,
el amor mimetiza la locura,
extraña mezcla de un adiós.
¡Tantas lecturas para algo inequívoco!
El amor con pocas palabras,
cambia tanto la vida,
cambia tanto la percepción,
cambia respuestas
cambia preguntas,
basta miradas,
para hallar una realidad.