Max Hernandez

Otra tempestad


Las heladas gotas golpean mi rostro
El viento se divierte haciendo que las velas
Se pongan tensas como el acero
Esas viejas velas llenas de remiendos
Las olas zarandean el barco velero
El furioso mar golpea los costados
Los maderos, tan viejos que ya nadie
Se acuerda de donde vinieron,
Crujen en llanto lastimero, pero resisten
Son viejos, si! Cómo el barco entero
Llenos de remaches y quemaduras
Heridas de mil combates y enfrentamientos
Eres un buen barco, pienso en silencio,
Mis manos están agarrotadas en el timón
Mis pies plantados cual columnas inmemoriales
Mi mirada fija en ese horizonte fantasmagórico
Que dibuja humo y fuego, dolor y sangre
Se nota a lo lejos el cruel combate
Puedes entre el ruido de los elementos
Oír el choque de espadas y sables
Puedes oír los gritos, las maldiciones
Casi se te hiela la sangre....

Sonríes.
Vas sonriente, pues tu corazón es quien
Realmente conduce tu vieja nave
Te mostró un nuevo lugar apasionante
Una nueva aventura salvaje
Tu tripulación se muestra firme 
Son todos viejos lobos de mar
Curtidos en sangrientas batallas
Sobrevivientes de mil combates
Ya están todos viejos, pero, ah! 
Son todos buenos soldados
Y, al igual que tú, van sonriendo
Será quizá el último enfrentamiento?
Pues, si es así, no le tememos!
Cada ola que golpea la nave
Hace que un rugido de guerra
Se libere sobre la cubierta
Y haga temblar de pavor a los que la escuchasen

Que es eso? Volteo hacia la derecha
Pues sentí tu inconfundible aroma
Que? Rayos! Ahora he sentido un roce 
De esas angelicales manos en el hombro
Una risa? Eres tú? 

Eres tú!

Cual angel del cielo y de los infiernos
Con tu mirada traviesa y tu sonrisa coqueta
Con tu espléndida cabellera revoloteando al aire
Tus formas perfectas dibujadas en tu vestimenta
Y esa hermosa voz que me encanta y seduce
Me dices: \"Hola poeta, despertaste!\"

Te habías ido! Casi grito con un gemido
Ya no estabas! Estoy sollozando
Me dejaste sólo en la penumbra
Y ya mi vida se apagaba ....

Con los ojos nublados, el corazón desbocado
El alma saltando de alegría
Todo mi cuerpo temblando sin saber
Que es lo que me está pasando, al fin digo:

Pequeña traviesa, te he extrañado....

Ríes divertida, como solo tú sabes hacerlo
Tomas mi rostro en tus manos
Me sonríes, con esa sonrisa que me dice \"te amo\"
Para luego señalarme el lugar donde se muestra el infernal combate 
Sonriente levantas tu mano y, en gesto solemne, me dices
\"No demores poeta, te estoy esperando...\"

Vuelvo en si
No hay temor ni dudas, 
No hay tiempo para lamentaciones
Mi Pequeña traviesa me ha llamado
Allá vamos!....

En la penumbra de la noche
Entre los inclementes elementos de una gran tormenta
Un viejo barco velero, con sus velas y maderas maltrechas
Guiados por un loco soñador enamorado
Se adentran sin dudar al abismo incierto
En pos de su amor eterno
De su dulce princesa
Su única e incomparable.... Pequeña traviesa