el brujo de letziaga

Sin contraseƱa

Vuelves de nuevo y te me acercas,
entrando muy despacito
por la ventana abierta de mi estancia...

 

me buscas
abjurando de las sombras,
ciegas para otros, para nosotros claras...

 

y entonces contemplo tu mirada
de una diosa que no sé,
con mi sonrisa... que es un modo breve de saludar...

 

como tampoco sé,
en qué momento fue el instante,
donde tu luz se fue haciendo con mi noche...

 

y tú,
tampoco lo sabes,
porque ambos no tenemos contraseña...