RICARDO V

Sanitarios de Infantería

A ese virus de la muerte,

lo llamo, pero no me oye.

¿Querrá venir traicionero

como el ladrón que se esconde?

¿Querrá venir en silencio?

¿Querrá llegar por la noche?

¿Querrá quedarse al acecho

como el águila en el monte?

 

Así no quiero que llegue.

Quiero mirarlo de frente.

Quiero tranquilo esperarlo

y decirle que soy fuerte.

Pero es él el que cobarde,

que sé que me está atendiendo,

siente el miedo al desafío

que sabe le estoy haciendo.

 

Yo le daré todo a cambio.

Todo, salvo mi pasión

de servidor de la vida,

de defensor del honor.

También le daré mis miedos

y los temores sufridos,

porque allí donde me lleve

no tienen lugar ni sitio.

 

Quiero que sepa que iré

tranquilo como el primero,

que conmigo irán también

mis mejores compañeros,

valientes que como yo

se enfrentaron al destino

sin ninguna condición

y con su deber cumplido.

 

Él, que a todo el mundo acude

sin que quieran ver su espanto,

¿por qué no viene hacia mí?

¡no ve que le estoy llamando!

Quiero decirle tranquilo

que seré el mejor soldado

dispuesto a entregar su vida

por el herido callado.

 

Cuando llegue le aseguro

que haré larga su osadía.

Que no se sienta orgulloso,

presunción de cobardía,

si él no mata, matan otros

en su nombre y con tu firma.

Me vencerá o venceré

pero yo, con valentía.