Elizabeth Maldonado Manzanero

RĂ­ndete olvido

No soporto el sonido de mis pensamientos

oscilando en torno suyo 

he sobrevivido cada noche a sus caricias

a la ausencia de mi seguridad,

a la desprotección de sus besos,

a los años perdidos en este tiempo

en el que no está y en el que solo llorar

es devastador y cuesta caro.

Así pues te suplico, ríndete temeroso

como anhelado al encuentro de mi mente,

ríndete no causes más daño con tu ausencia 

ríndete olvido, ríndete silente a mi demanda

acude presto a atender la plegaria de cada noche

cada, día y cada hora en que mi cobardía

me muestra la oscuridad y la nostalgia

de no tener cerca quien se ama...