Tengo un poema que no puedo frenar:
Es un mal educado, que pena no le da
decir dos palabrotas,
o mandar a callar.
No le importa la rima,
ni le importa el lugar,
ni ser antología clásica
de un verso pedestal.
Cualquier día de cualquier año,
no lo podrán parar,
y ya no habrá censura,
ni precio por callar...
Hay verdades que tienen
un momento y lugar;
una hora y un día,
sin precio por cobrar.
Verdades verdaderas,
que no se apagarán,
y en el momento cumbre,
ellas solas van a hablar...
Frank Calle (6/ marzo/ 2024)