SENSIBILIDAD
Hermosa mía,
sigo aferrado a la tierra esperando tu llamado,
esperando un mensaje, una voz, una señal,
una llamada que de aliento a mi vida,
que de aliento a mi esperanza.
Sigo postrado a la vida, recordándote, añorándote,
como se añora lo que no se tiene,
como se añoran los sueños felices que te son esquivos.
Hermosa mía,
la vida cruza por mis ojos despiertos,
pero no logro divisarte;
parece que mis ojos se han dormido a tu paso.
Que triste están mis días
y mis noches son eternas
y me desvelo esperándote.
Hermosa mía,
los silencios son eternos, la espera no termina,
parece que la luz de mi esperanza está condenada al olvido.
Hermosa mía,
mis oídos están despiertos como antenas conectadas,
donde escucho los susurros más leves de la tierra,
donde mi respiración se agita y se hace añicos,
porque tu voz no me llega, porque tu voz está ausente.
Hermosa mía,
mi sensibilidad te está esperando
y cuando aparezcas correré a tus brazos
y no habrá óbice alguno que impida que te abrace.
Autor: Fabio Bohórquez Rodríguez
Poema registrado en la
Dirección Nacional de Derechos de Autor.