Francois Sand

Soneto IV: Naufragio de amor.

Nada, solo un suspiro en el frío y pasajero momento,

una sombra que se pierde en el firmamento.

Por tu maldita culpa, me convertí en un lamento,

y en la nada misma, perdido en el tormento.

 

Nadie ha podido saciar este gran e infinito vacío,

este obscuro abismo profundo de tu desprecio.

Mis lágrimas se confunden con el dulce rocío.

Me has dañado y despreciado, ya no tengo arrecio. 

 

Atravesé el desierto de la desolación,

buscando respuestas en un mar tormentoso.

Pero el naufragio me dejó sin dirección.

 

Y solo encontré más doloroso reposo.

Soy un barco a la deriva, sin ilusión ni misión, 

un eco perdido en la vastedad del mar nubloso.