Higorca

LA VENTANA

 Sentada detrás de la ventana,

veo como llega el amanecer

y los recuerdos se agolpan.

Voy repasando, evocando,

miro a través del cristal por si…

o unos labios que me sonríen,

cómo solamente tú sabías hacerlo,

y solo puedo decir gracias, José,

por hacerme tan feliz,

por llevarme de la mano y poder

conocer tantos trozos de esta bola

enorme que es el mundo.

Me siento inmensamente rica,

me has enseñado lo que es la humildad,

la sencillez y la humanidad,

esas son las mayores riquezas

que tú me podías dejar.