Despoja tus ojos de sus escamas,
este escrito que lees sagrado es.
Sacrifiqué un árbol para escribirlo.
No subestimes su propósito,
(A donde te llevo ahora lo comprenderás al final)
tallado por mi mano con cuidado.
Hónralo, pero no como un dictado paterno,
ni como una guía materna
o un secuestro de conciencia.
No te atrevas a testificar en falso,
pues lleva su veneno contra aquellos
que burlan y maquinan maldades.
(Aunque de momento no parezca)
Si la comprensión se esconde de ti,
envíame tu falta de fe por carta,
o da testimonio del poder de sus milagros.
si mis promesas el viento se lleva,
tal vez no estés destinado al reino de mis cielos.
Para una segunda lectura, ayuna primero,
A lo mejor no te devore y me apiade de ti.