En tierra extraña...
Por valles y collados dejé mi alma
buscaba a mi amado y no era hallado
lloraba mi alma angustiada por él.
Clamaba de noche qué volviera a mí,
gritaba y desgarraba mi alma y fui tras él.
Los valles callaron los collados se cerraron
y mi camino estorbaron.
Agonizaba mi alma en medio de la noche,
y me fui y desmayé en espíritu,
buscando al que sana las almas,
y redención buscaba de mi amado para qué perdonará mi pecado.
Bajé por caminos no conocidos
Y por veredas jamás andadas y llegué y sentí
pasos tras de mí y me volví y nada había.
Rasgué mi alma pidiendo perdón,
y en alas del viento viajé a las alturas y caí
y mi llanto no se escuchaba.
Había una suave brisa que me envolvió
y me llenó de paz y sentí su gracia abrazándome,
no me podía mover el gozo me sustentaba.
Llamé para que me abrieran
y no salió nadie estaba en tierra extraña...
Los ríos se escuchaban lejos…. ¡Muy lejos!
la luna se había ocultado y sólo había una silueta,
era mi cuerpo inerte, allí tirado en el suelo,
pero ya no había dolor, ni tristeza, ni ansiedad.
Allí; sentí la fuerza del Espíritu de Dios en mí
tomándome, Levantándome y sanándome
y sentí la paz qué tanto había anhelado
dejándome sentir el fuego del Espíritu Santo,
su paz y su perdón y su abrazo de amor.
Hoy puedo decir que Dios sanó mi alma
Después de un proceso de mucho dolor.
La fe no es sólo creer para sentir la presencia de Dios,
El Espíritu de Dios en tú espíritu porque somos seres tripartita,
Cuerpo, alma y espíritu y al espíritu le son reveladas
las verdades divinas por el Espíritu Santo de Dios.
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
El incrédulo duda de la palabra de Dios.
\"Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos,
no te anegarán. Cuando pases. por el fuego, no te quemarás,
ni la llama arderá en ti. Isaías 43\"2\"
Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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