jvnavarro
UN VILLANCICO MUY JUSTIFICADO
Es domingo y por aquí estamos tranquilos,
absolutamente implicados
en aquello
que a todos tanto nos gusta
y que viene a ser algo parecido,
a tener un viejo amigo
con el cual cada día,
que digo,
cada minuto,
hablamos y reímos,
nos enfadamos y a veces
hasta discutimos.
Me refiero a la poesía
y a esa presencia
suya en forma de poemas
y otras licencias literarias,
y de paso a todo aquello
que tiene que ver con asuntos
que nos afectan hasta en lo más íntimo.
Hoy quería yo habla sobre \"el ser\",
como algo
único e intransferible,
propio del individuo
y la poesía
esa amiga y convidada,
que tanto ingenio pone
en hacer las observancias
que cree más oportunas,
me ha dicho,
que ella quería marcha navideña
y es por este motivo
que el poema pega un giro
y se hace eco del consejo recibido.
Del “ser” nada de nada,
me dice mi amiga la poesía,
y así se justifica,
\"tanto se ha hablado
de él
a lo largo de los últimos
veinte siglos,
que si alguien retoma
este viejo asunto,
lo más seguro
es que entrará en contradicción
hasta consigo mismo\"
Domingos hay muchos,
pero como este
pienso que ninguno.
Ya con el nuevo rumbo puesto,
respiro,
me tomo el pulso
y me voy entre desdichas,
para ver si encuentro algún tema
que sea del gusto
de quien
ante mi
se siente absolutamente segura.
Por esto les dejo,
a petición repito
de mi amiga la poesía,
este villancico,
que un poeta
hace casi un siglo
escribió en su postrer delirio,
como testimonio
de su paso por la vida
y que ahora reproduzco
con mucho gusto:
VILLANCICO NAVIDEÑO
La Virgen oye en silencio,
La noche tiembla de frío,
Y entre Ángeles, medio helado,
Vendrá tiritando un niño
*
* *
El niño nacido
Despierta entre pajas…
¡Callad!
Su llanto
Resuena a luceros
Que me caen al alma.
Hundida una hora azulada,
Al romperse se hará luz,
Dios envuelto de luceros,
Mandó llorar a Jesús.
*
* *
En éxtasis blanco
La Virgen lo besa;
Un mugido triste
Como estalagmita
Bien pronto se hiela.
Julio Arturo Valero Solana
1 Diciembre de 1933