Bernardo Arzate Benítez

Las horas...

 

 

 

Vuelan las horas y los días se van.

¿A donde? de donde ya no vendrán.

Son como neblina:

Aparecen y desaparecen.

 

Yo sigo quieto, como que no las veo venir.

Pero no puedo ignorarlas por que me atropellan;

pasan sobre mi en silencio,

y dejan en mi piel sus huellas.

 

Tiempo disfrazado en los minutos,

imperceptible aun en los segundos;

Llevando los dos el mismo rumbo.

¡Tan pequeños y tan poderosos!

 

Cada poro de mi piel los absorbe.

Soy alfombra a sus pisadas.

Soy su salida, pero tambien su entrada.

cada segundo tiene que pasar por mi piel.

 

Tiempo, parte de mi, 

y yo parte del tiempo.

Somos amigos, somos hermanos,

somos mano y cayado.

 

Autor: Bernardo Arzate Benítez