Gustavo Echegaray

Déjenme solo

Déjenme solo esta noche,

que es noche por que se llevaron

el sol una tarde sin  destino

y me dejaron, por luceros, los ojos

de un amor que nunca vuelve,

de un amor que no se va.

 

Quién, díganme quién, en la vida,

no se anduvo alguna vez

sumergido en esa sombra tibia

que calienta el fondo de un trago,

apurado en una copa de vino,

esperando ponerle mordaza

a una pena que el alma le mordía.

 

Quién, díganme quien, alguna vez,

no escarbo en la nube fugaz y

rebozante de un vaso de cerveza

para enterrar allí los pedazos grises

de aquellos besos que se fueron

una tarde que palabras no tenía.

 

Quién no quizo navegar profundo

en el trinar azul de una guitarra

para atrapar la letra de esa canción

que era igualita a la historia fría

que en su pecho de montaña,

la vida a golpes le escribía.

 

Déjenme solo esta noche

que es noche porque alumbran

faros negros en las rocas

de un mar que lleva en sus olas

un amor que nunca vuelve

un amor que no se va.

5.12.2023