yito

Sin permiso.

 
 
En la iglesia las campanas
replican, llamando a misa
mientras mi niña se alisa
su pelo tras las ventanas.
Después de muchas semanas
ella ha vuelto a estar sonriente.
El cáncer se hizo presente
en ella, sin previo aviso
más Dios, no le dio permiso
de convertirla en ausente.