Freddy Kalvo

Oda al olvido

Nada queda en el olvido

aunque quieras olvidarlo

si un amor, al recordarlo,

te recuerda lo vivido.

¿Cuántas veces has sentido

que el susurro de los vientos,

retrotrae esos momentos

y un recuerdo se aparece

que hasta el alma te estremece

cuando toca sentimientos?

 

Cuántas veces, que recuerdes,

te has quedado pensativo

sin quererlo, sin motivo,

viendo hermosos prados verdes;

y de pronto, tú te pierdes,

en un bosque silencioso

recordando lo amoroso,

de aquel beso apasionado

que jamás quedó borrado

por sutil y misterioso.

 

¿Cuántas veces, cuántas veces,

a la sombra de unos sotos

y con sentimientos rotos

has sentido que pereces?

¿Cuántas veces amaneces

recordando que soñaste

un amor que siempre amaste

sin decir lo que sentías

y quizás, por cobardías,

que en tu pecho amalgamaste?

 

No hay olvido sin sentido

si el sentir no está olvidado,

si el recuerdo se ha quedado,

anidado ahí en su nido.

¡Y más fuerte es el latido

que produce el corazón

si el recuerdo, con pasión,

te produce los pesares

como el agua de los mares,

que golpea el farallón!

 

Si recuerdas lo vivido

con nostalgia y con pasión

vivirá en ti la emoción

como el pájaro en su nido.

 

Los recuerdos hacen ruido

como un tren en la estación

si recuerdas lo vivido

con nostalgia y con pasión.

 

Y al pasado sigue unido

el presente, sin ficción…

¡Ah bendito corazón,

nada queda en el olvido,

si recuerdas lo vivido!