Francois Sand

Soneto I: El ruego del amante.

Si no me amas, no hieras mi razón,

no desgarres las fibras de mi pecho.

No añadas más dolor a este desecho,

tú que sabes que eres mi única misión.

 

No me hagas eterno reproche, aflicción,

pues mi ser no merece tal despecho.

No des a mi alma ese duro estrecho,

que sólo armará más desconexión.

 

Si no me amas, no me lastimes,

pues, mi corazón ha sufrido bastante,

no añadas más cadenas a mi tormento.

 

Déjame en la paz de mi propia desnudez,

no me duela más, no seas arrogante,

que no soy digno de nuestro odio, aliento.