Usar la tijera
de tu cuerpo abierto
pa\'cortar el grito
del mío sediento.
Hacerte dedales
de mis dedos ciegos
coser en tu carne
mi amor y mis miedos.
Ser el Prometeo
del sol de tu sexo
volverme un ladrón
por robar tu fuego;
y cargar la luna
en tus ojos negros
cuando de tu boca
broten los: ¡Te quiero!