Miguel Ángel Miguélez

Elegía primera

 

 

 

 

En la lluvia difusa

en la que, casi indiferente,

se diluye el alma,

en la que nada es lo que parece

y las gaviotas hablan.

 

En este orbayu permanente

en el que el tiempo avanza

solo se quedan, quedamente,

mi silencio

y mi palabra.