Bolines

La bruixa

La bruixa quería convertirme en un perdedor

sin embargo, me convirtió en Almanzor.

Su deseo era verme loco por sus huesos

y correr detrás de ella como perros locos.

Se creía una faraona egipcia,

pero acabó como Cleopatra

derrotada por Agripa.

Él mismo que abrió mis ojos

y me saco de los infiernos.

Me envió al diablo cojuelo

que claudicó ante San Fernando.

Perdiste la hermosa Granada

y ganaste la fría Siberia.

Mi sonrisa fue una espada afilada

que acabo con tu arrogancia.

Marta despertó tus celos

e hizo aflorar tus enfados

por liberarme de tu yugo

nacido de tu embrujo.

Quédate con tu mamarracho

y yo con mi ángel del cielo.