Azul de cianuro

Silva

Aún te espero
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Te amé como la luz a la penumbra,
sobre la siembra infértil del dolor
se despide este beso que trasmuta
al ver quedar sin voz
la música del alma.
¡Ay amor que es proclive
al miedo y la desdicha!,
veo tiritar otra madrugada
volviendo incontenible
la lágrima que cae entelerida;
las alas del insomnio van rompiendo
los pétalos desnudos de la noche,
ruge volando el viento
dejando ir con las voces
del silencio tu mísero recuerdo;
mas, te espero en el rito
lunar de un tiempo prístino de plata
donde el sueño se vuelve blanca perla,
donde tu amor es mío
y cruzan las fragatas
por el azul, y bajo las estrellas;
ahí, do todo es nada y nada es todo,
do tu aurora hace coro
con la luna y el alba,
donde el amor insiste;
donde el frágil arpegio del olvido
se calla y se desprende
del jardín del destiempo.
Te espero en la linde
del piélago y del cielo,
donde esta ilusión duerme
oyendo con el arpa de Morfeo
el pétreo sentir de mis abriles;
te espero con el trino matinal
tal como ansía el éter a la mar;
aún te espero ansioso,
te deseo y te sueño,
cual hermoso tesoro
que he guardado en un cofre de cristal
que es la volátil alma que te anhela;
siempre estoy a la espera.
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Azul de cianuro