En el cielo hay estrellas sin número,
Un universo infinito por descifrar,
Y en tus ojos se esconden miradas,
Que despiertan en mí el ansia de explorar.
En cada destello, en cada titilar,
Se ocultan secretos que anhelo desvelar,
Pero mis manos se pierden en el vacío,
Y tu mirada enigmática sigue sin revelar.
Un algo misterioso, un imán invisible,
Se adentró en las grietas de mi ser,
Y en cada latido susurra su llamado,
Robando mi razón, haciéndome renacer.
Como un laberinto infinito y fascinante,
Tu presencia se entrelaza en mis pensamientos,
Y el anhelo de descifrar tu enigma constante,
Me sumerge en un mundo de sueños y tormentos.
¿Qué escondes en ese universo de tus ojos?
¿Acaso la verdad oculta de mis anhelos?
Mi alma te busca entre versos ambiguos,
Y en cada poema, nuestras almas se entrelazan en desvelos.
En cada verso, trazo senderos insondables,
Donde el tiempo se desvanece en el aire,
Y aunque tu esencia se escabulle entre las sílabas,
Mi pluma insiste en hallar el modo de alcanzarte.
Pero, ¿quién soy yo ante tu enigma insondable?
Un navegante perdido en mares inciertos,
Donde las palabras se desvanecen como sombras,
Y tu misterio se entrelaza con el viento.
Así sigo, navegando entre estrellas lejanas,
Buscando descifrar el enigma que me desvela,
Hasta que el destino nos una en un abrazo,
Y en tus ojos encuentre la respuesta que anhela.
En el cielo hay estrellas que no puedo contar,
Y en tus ojos se esconden secretos sin fin,
Pero mientras tanto, en versos y susurros,
Seguiré buscando el sentido de tu mirar sutil.