taniaazul

Para el esclavo fiel que la sigue…


Entre mis viajes por el mundo, en un paraje colonial,
Conocí a unos amantes, 
triste retrato de un amor banal…


Se profesaban fiel entrega desde el ocaso al amanecer,
Pero despuntada el alba,
Miraban de reojo a los extraños, 
con lujuria coqueta,Invitándolos al placer…


El le seguía sin alma, ni conciencia,
Ni mando, ni sostén,
Ella era cabeza, cuello y tronco,
El no llegaba ni a manos, ni a pies…


Que clase de amor es ese?
En que no se puede ser uno mismo,
mas que lo que lo dejan ser,
sigue a la dama vanidosa, 
que lo manda como perro,
a ese esclavo que en pensamientos le es infiel…

pero aun mas tristes son las apariencias,
cuando en el lecho se encuentran los dos,
ella pierde la altivez ante las insutilezas que conlleva el sexo,
que solo traduce en instantánea emoción,
cuando el acto no se hace con amor…


ella se vuelve esclava cuando el amenaza con partir,
por que sabe que no es nada, 
sin el esclavo fiel,que le finge con gusto servir…


el no posee nombre propio,
ni se le distingue solo a el,
todos lo conocen como un adorno del vestido,
que la dama oriunda muestra en sociedad…


de apariencias viven ambos,
el bajo el manto de falsa protección,
ella hace las veces de amante,
las veces de madre,y las veces de dictador…
y el feliz, sigue fingiendo complaciente y servil,
que la ama solo a ella…
y la persigue fiel esclavo ,
sonando sus grilletes en el redil.