Alberto Diago

Una bonita forma de morir

Morir en una tarde de verano,

con el sol calentándome la piel,

con la brisa refrescando

... mis sentidos,

con la mar acariciando

... mis oídos,

y una bella mujer implorando

... que no muera,

¡eso sería morir 

como yo quiera!

Y que su respiración boca a boca,

cuando ya cansada, se enfríe mi piel,

en vez de despedida

... ¡fuera miel!

 

xE.C.