Cristian Tisselli

Serpiente

Se ondulan los labios

como almas desesperadas de anhelo.

Serpiente bajo nariz que se consume

en la intensidad del color que hay en el fuego,

en el roce con la boca esperanzada.

La sed no se consume,

el velo en la mirada contiene

la humedad de los sueños;

telón cerrado que libra el escandaloso 

deseo, a la deriva del tacto.