Kinmaya

Pasión y Abismo

Amarte al límite de la locura, acabó con mi razón y me arrancó el corazón a la velocidad de un rayo; luego, mi alma vagó por la tierra de los mortales sin rumbo, con la cordura de cara a los abismos.

Fuimos poseídos por aquella pasión, una pasión que nos hizo sucumbir en  turbulentos mares con cantos de sirenas. Las olas huían presurosas hacia la orilla, con algunas caricias que flotaban moribundas. Hundidos en la arena, renacíamos una vez más bajo la luz de una luna salvaje. La piel ardía como un volcán, expulsando besos de lava roja.

Pero una noche, la pasión terminó por consumir nuestros cuerpos, y ya sumisos, perdimos la razón, el mundo cayó al vacío y como en un laberinto maldito, la pasión agobió por completo nuestro amor. La piel se lleno de deseos por última vez, y el alma abandonó para siempre nuestros cuerpos cautivos.

Todavía hoy, y luego de muchas eternidades, puedo escuchar su respiración inmersa en un torrente de lágrimas corriendo por mis venas... jamás pude entender como la pasión, podía terminar en tal tragedia, todo fue consumido por las llamas de aquella pasión salvaje; absolutamente todo...solo quedaron algunos latidos, que aún viven en un lejano recuerdo de mi corazón.