Las cosas van bien, mejor que aquella vez me atrevería a decir tal vez, sigo con insomnio y mis ganas de escribir hasta el amanecer.
Las nubes ahora son grises y el cielo ya no se sonroja si lo veo atardecer como hacíamos aquella vez.
El tiempo a pasado y me duele que ya no estés, porque me ayudaste a creer y estuviste.
Estuviste en los dias nublados dibujando caricias en nuestra piel, sacando una sonrisa y un infinito que se quedó en la punta de nuestros pies.
Espero que el sol brille más por donde tu estés, no tengas miedo cuando caiga la luna y recuerda nuestro poema porque a lo lejos te acariciare el alma con nuestras blancas manos y una sonrisa aunque ya nunca nos volvamos a ver
Saludame al viejo Yoko y dile que al igual que a ti, no aprendí a decirleadiós, así que de momento me despido en esta breve carta.
Como siempre hasta el próximo sueño, nos veremos en boulevard de promesas rotas, de caricias varias, de besos en cada pelo, donde volveremos a jurar que seremos eternos.