Cora_poe

Metamorfosis

El tiempo no tiene dueño asegurado
más nadie se libera de su encargo.
Su movimiento penetra de largo
y transforma al sujeto ensimismado.
Por el andén iba el organizado,
transitando con un semblante amargo,
prieto y estirado en su letargo
como si le hubieran condenado.
Cruzó frente a él, afable mujer,
vestida con colores terciopelo
y desenvuelta con un gran poder,
le construyó escaleras hacia el cielo.
Ella, infinita, otorgó su saber,
declarándole al oído el relevo.

Galilea Reina