Antonio Jose Alcada

El Imperador

Un emperador de 80 años. Poder absoluto en sus manos temblorosas, donde la dificultad de firmar incluso cuestionaba la autenticidad del documento. Las tecnologías lejos, solo sirven para controlarnos. Qué bueno es tener el mando de todo. Esta juventud no sirve. Les falta visión y perspectivas para poner la máquina en funcionamiento. Nada mejor que un motor de cuatro tiempos. Ahora estas electrónicas que se estropean cuando menos lo esperamos. Después de todo, para qué sirve el reloj, si todo está tan bien. El tiempo sólo da fuerza a los jóvenes para asaltar el poder. ¡Y eso nunca!