Rosita de Mendoza

Romance del Sol y la Luna

-Sé feliz-

Le dijo con ternura  el sol a  la luna

reflejada en el cielo blanca y lejana

 

-Sé feliz.

Y la antigua canción de amor sonaba

como un mandato en la noche cercana

-Sé feliz

Burlón repetía el cielo, testigo

de la soledad de  luna plateada

-Sé feliz

Mientras su redonda cara de pecas

se teñía toda de naranjas y violetas

-Sé feliz

Y de su corazón remendado brotaba

un  manantial de lágrimas saladas

-Sé feliz

Y su alma de luna desnuda se hundía

Deshecha en el fondo de un mar desolada

-Sé feliz

La buscaba el sol con su música de edén

entre los rompientes al llegar la mañana

-Sé feliz

 respondía el viento agitando  olas

de arena en la soledad de la playa

-Sé feliz

Y una caravana de caracolas arrastraba

Entre las aguas su cuerpo de luna helada

-Sé feliz

Suplicaba con besos de fuego

al medio día para despertarla

 

-Sé feliz-

Susurraba en la tristeza del ángelus 

mientras tibiamente la acariciaba

- Sé feliz-

Sollozaba cargándola  en sus brazos

Perdiéndose donde el mar se acaba

-Sé feliz

 Y la noche en silencios de estrellas

lloraba el dolor sin luna plateada