Me gusta como sos, con esa forma que tienes de esconder tu vanidad y presentarte, con tu belleza improvisada. Me encanta como luces el paso del tiempo, por tu cara, tus ojos; esas ojeras camuflajeadas, que esconden los desvelos, tu risa apagada que enciende lucecitas, renegando de aquellos momentos que tuvieron sabor a limón y aderezaste con el encanto de media sonrisa.
Yo guardo en el disco duro de mi cabeza y en la pantalla de mi mente, todas aquellas imágenes tuyas publicadas. Cuando te inclinas sobre el escritorio, para armar tus sueños perturbadores, cuando te enojas con la noche porque no te da la palabra exacta que el ensueño te negó. Cuando te recuestas a meditar en tu sillón preferido y dejas que las sombras te den un majase en el alma. Yo las guardo.
Tienes una forma particular de eludirme, haces que tu pensamiento huya de mis letras, pero te haces presente en ellas. Empiezas como idea, te deslizas como prosa, te empoderas como verso y luego cuando la idea se convierte en mujer, saltas como canción de madrugada y es cuando te sientas a beber con mi alma y conversas con los tonos de mi canción, agradeciendo a mi guitarra.
No me preguntes como fue que mis letras se encontraron con tus versos escondidos y penetraron tus poemas expuestos. Soy como ese felino que puede ver claro en la oscuridad; descifro en versos claros laos oscuros deseos que esconde un verso, una rima un cuarteto y cualquier dolor que se disfrace de poesía. conozco el dolor del bandolón, aunque lo cambien por un mariachi mexicano.
Nuestro camino, es muy sencillo. Solo tiene dos vías para transitar. Tu vienes esparciendo belleza, juventud, profesionalismo y bellas letras que alegran el corazón de muchos y yo voy cabizbajo rumorando letras oscuras, lacrimógenas, consultando al pasado, pidiendo a la nostalgia que me diga cual recuerdo a quedado olvidado para reeditarlo y vivirlo contigo, en esta nueva oportunidad.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO