\' latidos incesantes\'
Tus labios, carcomiendo los míos,
Miradas furtivas de un cazador en guerra,
Silencio abrumador, que huele hasta la sangre de los que no mueren.
Tu silencio se convierte una vez más,
En una inquebrantable espera,
A la vista de quién será el ganador.
Parece mentira que las horas de ausencia,
Se conviertan en un ensordecedor
Tintineo de unas cadenas aproximándose,
A lo que el sino no es capaz de advertir.
Lágrimas que parecen películas de ciencia ficción,
Atacan al más indefenso.
Cuerdas que parecen cordones
Te amarran hasta no poder respirar.
A decir verdad, quiero que me veas, que me mires,
Qué tus palabras resuenen como campanas
Clamando el réquiem de un campesino.
Quiero que tú saliva se convierta en fuego,
Qué esas llamaradas ardan por cada rincón de mi corazón.
Qué esos latidos incesantes
Bailen y me atrapen como lo hiciste tú.
Quiero, pues, que tu voz resuene una vez más.
Quiero que vuelvas a ser el niño
Que creí perdido en la orilla del mar.