Aquí
y ahora.
En la mesa
de un bar.
El café
no se enfría.
Teje sensaciones.
Siempre es cálido
ese lugar.
No reconoce sitios.
Puede ser de aquí,
o de Roma,
o de París,
o de Salvador de Bahía
o de Medellín.
Siempre es un lugar
perfecto.
Nuestro lugar.
Acompañados
puede ser una fiesta.
Solos igual entibia
el corazón,
pues estamos acompañados
de vivencias.
Hay muchos bares.
El de los estudiantes.
El de la adolescencia.
El bar de los amores
fracasados.
y el bar del único amor
que no está.
Cuando entro a un bar,
es como entrar
en una catedral.
En casa mesa,
una historia,
un recuerdo,
un amor.