Como un fusil de asalto,
Tres balas me agujerearon el alma.
Como una bala perdida,
Me desearon que volviese.
Nunca quise decirte \'adiós\',
ni tampoco un \'hasta pronto\'.
Quizás un \'hasta mañana\' baste
Para que mis heridas me arañen
Y me carcoma con las lágrimas
Que nunca supiste derramar.
Sin embargo, estoy bien muerto,
Mis ojos miran horizontes perdidos,
Mis labios no buscan palabras, ni
Tampoco mi alma te busca a ti.
Mis lágrimas ya no recorren lugares
A los que antes yo anhelaba;
Mis pasos ya no recorren lugares
A los que solía pisar.
Deseo, ahora, poder descansar en paz,
Que aquella ametralladora furtiva
Suene como máquina de escribir de la muerte.
Quiero volver a respirar y exhalar
El Edén que me prometiste.
Esto no es un adiós,
Es un \'hasta pronto\' tan amargo,
Que ni siquiera pueda voltear a verte.