Juana Sanchez Becerra

El Tiempo

Era tan corto el tiempo

que nos regalaba el día,

cuando en las noches 

mirando el cielo nuestras

almas convergían

 

En este devenir de cada día

nos sorprendió un hechizo

que invadió nuestro mágico

mundo y lo oscurecía

 

Quizás nuestro egoismo

como árbol frondoso, fué el

detonante para ser desterrados

en nuestros castillos

 

Solitarios y llenos de aflicción

fué anulada nuestra libertad,

el mágico enemigo se hallaba

tan cercano y no podía ser visto

por nuestra vanidad

 

Atrapados en vanas ilusiones

fue alejándose el amor de nuestros

corazones y el miedo fue apoderándose

de nuestras emociones

 

El amor como perla preciosa

perdió su gran valor, esperando

el día en el que su brillo devuelva

la esperanza de un nuevo amor.