jorgam

Sueños insomnes

Caminaba sin prisas por el misterioso derrotero de la vida,

las agujas del reloj biológico ya habían cruzado el mediodía,

lento pero sin pausa, el minutero transitaba la modorra calma

de una siesta tranquila y sosa, de quietas rutinas cotidianas.

 

Sin embargo, algunos insomnes sueños rebeldes se negaban

a dormirse y como aves agitadas con vuelos en picada

espantaban los fantasmas de renuncias, que amenazaban su nido

cargado de mágicos embriones de vida apenas percibidos.

 

Alguno de ellos, seguramente la oveja negra del insólito grupo,

hizo tanto alboroto y arengó de tal forma en sitios profundos,

que sacudió la modorra de sorprendidos instintos dormidos,

los pintó de colores y dibujó fantasías en sus ropas de hastío.

 

Y aquel sueño bravío agitó los sentidos y acabó con la siesta

y trocó las rutinas, pintadas de grises, por colores de fiesta

que surgieron vivaces de una vieja paleta que un día guardara

para pintar las quimeras más locas…de una nueva alborada.

 

Y en el trazo incipiente de sorprendidos pinceles con brillo,

se borraron las sombras y surgió otro norte con un nuevo destino,

y una luz cegadora alumbró el horizonte cual lucero del alba

e ilusiones dormidas le cantaron por fin sus canciones al alma.

 

Y la magia por fin despertó la esperanza que acunaba las ganas

y los tímidos latidos de un volcán en reposo agitaron su lava

y del fondo del tiempo nació otro tiempo con un nuevo mañana

sin rencores ni olvidos, simplemente…una nueva esperanza.