Mael Lorens

Cada vez que te miro

La verdad es que no sé porque me acusas de que cada vez que te miro te desnudo aunque tú no te quites el vestido y yo te diga del porqué cuando estamos juntos todo nuestro deseo me parece que solo dura un minuto, y entonces 
yo te pregunto con mi descaro que tu cuerpo para mi es mi refugio sagrado, que me iría al fin del mundo por un té quiero tuyo, que siempre llevaré encima la medalla de oro que me regalaste aquel octubre negro.

Te quiero invitar a que volemos juntos por los cielos, en la alfombra voladora que me regaló Aladino para llevarte a una isla que tengo en el pensamiento y allí entre la fina arena de la playa y las Palmeras besando las olas que una a una van llegando decirte que es lo que siento cuando me das uno de esos besos tuyos que saben a 
miel de romero. 

Manuel Lorente
Seudónimo 
Mael Lorens 
Reservado el derecho de autor Junio 2022