Iris Lugo

NI TU VOZ NI TU MIRADA

Llegaste a través del viento

que me trajo tu mirada

con la que una vez me viste,

cuando pasaste a mi lado.

Te fijaste en mi mirada,

pero yo en la tuya no,

sin saber qué días más tardes

de tu amor me enamoraba.

 

Si hay un verbo del amor

que se pueda conjugar

junto con la eternidad,

sería el de enamorada

del amor que me brindabas.

No conozco tu mirada,

ni el acento de tu voz,

pero si siento en mi alma

la grandeza de tu amor,

que sembró en mi corazón

para siempre un sentimiento

que compartimos los dos.