Adelaine Soto Alvarez

VUELTAS

 
Metida entre teoremas
deambulo por este tubo
que se han empeñado
en llamarlo ciudad
 
Doy vueltas
peregrinando
unas veces zombi
otras un pedazo de cuerpo
amorfo
descarriado
hecho andrajos
 
Muchos afirman
a diestra y siniestra
que mi paso es disoluble
y que con mi dialecto
rompo murallas
y clavo mi dureza
en las manecillas
de un antiguo reloj
 
Nadie me corta el paso
ni me cobija
aunque los peces
naveguen
con las agallas abiertas
 
Una época fui ardor
y subí las paredes
de lo inaudito
tan sólo llevaba una manta
y un cerillo
a punto de apagarse
 
Las tripas las llevaba por fuera
y el sentimiento
hecho una estopa
 
Me dolían los ancianos
Las mujeres
sin valor
los hombres y los niños
con la lengua sujeta
 
Todo era un cepo
con corona sin suerte
aguerrido el corazón
hasta la última membrana
 
La inflación destruye
la osamenta de los pobres
la gente se lanza
sobre el pedregal
mientras los dueños de la discordia
continúan linchando al moscardón
su grito es demasiado
para los que llevan un ante
y un después
 
A veces me sorprenden
deseos de convertirme en aire
el polvo me asusta
el llanto estrafalario
de los rastreros del perdón
 
Y me convierto en escribana
y ruedo con todos los bocetos
inconclusos
 
Mis papeles se marchitan
en libreros y cajones
olvidados como yo
 
Rodar se ha convertido
en moda difícil y ridícula
por eso cuando llegué a Marcella
encadené a los reptiles
he alce el vuelo
hasta el santuario de los dioses
o semidioses
porque realmente bajo sus túnicas
nadie sabe lo que llevan
 
Metida entre teoremas
deambulo por este tubo
que se han empeñado
en llamarlo ciudad
 
Me postro ante cualquier
cavernícola
y doy vivas a su único diente
cansado de clavarse
 
Rodar y rodar
correr tras desperdicios
humanitarios
aplaudirle al primer bufón
se ha transformado
en un sermón honorífico
 
La ciudad lo oye
y se cuelga a la soga
otros ruedan hasta el atolladero
las cartománticas
predican el infortunio
y los sapos
caen de bruces
aunque nadie los escuche
ni los salven