Fander

Alarmas, pastillas y tazas de café

 

La alarma sonó,
fiel a su ritmo,
retumbando tímpanos.
El día ya comenzó,
la rutina ya comenzó.
Lo mejor es levantarse rápido,
reflexionar solo hace más difícil el hábito.
En las noches se puede soñar de todo,
pero al despertar, todo es trabajo.


Luego la rutina de las pastillas.
Hay pastillas para todo,
hay pastillas para despertarse,
y para mantenerse despierto.
Hay pastillas para dormir,
y para mantenerse durmiendo.
¿No es curioso?
¿Cuánto dinero te costo dormir hoy?
¿Llegaste a tener algún sueño?


Luego una taza de café,
para combatir el sueño,
y así seguir con la rutina.
Día tras día...
Sorbo tras sorbo...
Hasta toparse con el fondo de todo.