Cada cinco minutos hay un golpe de estado en algún sitio del mundo
cada cinco minutos
sale el sol en la Habana y se celebra
una boda en Madrid,
todo ello ¿qué tiene de especial, a quién le importa
si hay nubes proletarias o si tienen
sentimientos los árboles?
Por eso
cada cinco minutos se proyecta una nueva sociedad en las Naciones Unidas
para hacer frente al hambre y al clamor de los parias
y todo sigue igual,
cada cinco minutos se inventa una utopía y se nos habla
de lluvias torrenciales a las puertas de un nuevo paraíso
y todo sigue igual,
cada cinco minutos hay un tren que se pierde en el fondo del infierno
y un alud de científicos que habla
de la felicidad de los ruiseñores,
cada cinco minutos se suicida una estrella de cine
y un tirano destruye la casa de las mariposas,
cada cinco minutos se bautiza de sangre una autopista
y un mendigo se duerme acariciando las piernas de las patinadoras,
y el reloj no se inmuta,
no se altera la tabla de multiplicar de los misántropos
que redactan la Biblia de los pobres
y todo sigue igual,
todo empieza y termina en la decapitación de los inocentes
y desalan el mar las concubinas de Herodes.
Cada medio segundo ve la luz de este siglo
un aspirante a huérfano.