Jorge Horacio Richino

LA NOCHE

 

 

La noche encierra misterios

peligrosos como inciertos;

igual que en los cementerios

donde andan almas de muertos.

 

Cuidarse de ella es vital

para una vida tranquila;

pues la oscuridad total

no suele ser buena amiga.

 

Los seres que hacen el mal

se ocultan entre las sombras;

se mueven a voluntad

y en sus secretos se ahondan.

 

Mientras te envuelves en ella

se prudente por demás;

y si notas se complica,

echa un paso para atrás.

 

Es imposible negar

que suele ser divertida;

ten prudencia para usarla

pues tiene puerta prohibida.

 

Podrás aventurarte a ella

para gozar sus placeres;

mas no caigas en su trampa

aunque intenten convencerte.

 

Por ser el rey de la noche

no hay seguridad de triunfo;

pues muchos de estos señores

ya pasaron a difuntos.

 

Si gustas vivir su encanto

vuelve a tu casa temprano;

sin temor ni sobresaltos

y con cuerpo y alma sanos.

 

Cuando en ella más te adentres

has de perder en virtudes;

ya no podré aconsejarte

siendo Dios el que te ayude.

 

 

Jorge Horacio Richino

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