Jorge Horacio Richino

MATIZANDO SILENCIOS

 

 

Suelo hablar conmigo mismo

por no tener compañía;

no es para mí una manía

vivir en pleno mutismo,

y no caigo en pesimismo

como tampoco me cuesta

que mi voluntad dispuesta

lo pueda hacer a menudo,

y hasta a veces me saludo

pero no tengo respuesta.

 

Felices conversaciones

entablo de buen agrado

con mi yo, que está callado

y se plantea cuestiones,

mas no vienen soluciones

por parte de algún tercero,

ni de ningún aparcero

del que pudiera servirme,

para que al menos confirme

que no soy mi compañero.

 

 

Jorge Horacio Richino

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