J.R.Infante

Caballo blanco

Caballo blanco majestuoso, asombras
la predispuesta mente juvenil
con tu histórica leyenda. Viril,
atento escucha el relato; le nombras

solemne perpetuador. Y las sombras
de un anochecer con estrellas mil
testifican el diálogo. Infantil,
el padre quiere convencer. Alfombras

de paja usan de cama –ideal-,
cubriéndose del galope incansable
con gruesas mantas de trapo. Y por fin,

tras amarga noche trascendental
se hizo la luz. Resultó ser domable
forma de viento tenía el rocín.