Alexandra L

Vivo

 

Vivo el día a día, y me da miedo,
el no sentir miedo a no temer
porque la realidad golpea en el rostro
y atonta los sentidos, adormece tal vez.

Despierta corazón, estas ausente
por una eternidad, solo despierta
la vida se nos marcha en sin sentidos
se vislumbra al  final la puerta abierta.

Tiempo de saborear con todo el tiempo
ese café que inicia la  jornada
Y desde la ventana ver el sol
cuando rasga el telón de la mañana.

Caminar lentamente en mi jardín
que guarda pedacitos de mi alma
entre albahaca, jazmín y limonero
aun espera un boleto a la esperanza.

Los sueños van ligados a los aromas
que me llevan a tierras tan lejanas,
sabes amor  del claro oscuro que nos une,
o de la sombra y luz que nos separa.

Podemos elegir esta en nosotros, ser solo brisa,
o el  gris atardecer, quizás el despertar del alba
en el umbral de la ilusión respira
la caricia de ayer o el beso de mañana.

Ven  que te invito a mi piel, a mi palacio
de mármoles rosados y rosas encarnadas
con fuentes cristalinas, y calidez insospechada
a una y mil fantasías, entre sabanas blancas.

El día a día es emboscada donde el tedio domina
Y el amor languidece sobre camas vacías,
no temas, ves, no temo, y a puertas del final
sin detener mi andar, te espero todavía.